Paro Cardiorespiratorio en Deportistas

Por Luis Gómez
Paramédico Comunicaciones FC

El paro cardiorrespiratorio es la pérdida abrupta de la función cardíaca, la respiración y el conocimiento. Por lo general, la afección surge de un problema con el sistema eléctrico del corazón, que interrumpe la acción de bombeo del corazón y detiene el flujo sanguíneo al cuerpo.

Un ataque cardíaco a veces desencadena una alteración eléctrica que conduce a un paro cardíaco repentino.

El paro cardíaco puede provocar la muerte si no se trata inmediatamente. Se puede sobrevivir con una atención médica adecuada y rápida. La reanimación cardiopulmonar (RCP), usar un desfibrilador, o incluso solo dar compresiones rápidas en el pecho, pueden aumentar las probabilidades de sobrevivir hasta que llegue el personal de emergencias, actualmente en Guatemala no se cuenta con un sistema de emergencia altamente capacitado ni equipado para dar un RCP de alta calidad.

Los síntomas del paro cardíaco son inmediatos y drásticos, entre ellos:

  • Colapso súbito
  • Falta de pulso
  • Falta de respiración
  • Pérdida del conocimiento

Un reciente estudio publicado en Revista Española de Cardiología (REC) concluye que la muerte súbita asociada al deporte ocurre en un 96% de los casos en deportistas recreativos. La causa más frecuente de esas muertes (un 63%) es la cardiopatía isquémica; es decir, infartos de miocardio o anginas de pecho. Afecta de forma notablemente más alta a hombres que a mujeres y, en concreto, tienen más riesgo de sufrirla aquellos que practican fútbol menores de 35 años, y ciclismo y carrera a pie a partir de los 39 años.

Durante un periodo de ocho años, la investigación recogió un total de 288 casos de muerte súbita asociada al deporte, lo que supone una incidencia de 0,38 casos por cada 100.000 habitantes al año. Según estos datos, las proyecciones apuntan que el número anual de casos de muerte súbita asociada a la práctica deportiva sería de unos 167 casos.

Por lo que es sumamente importante la educación médica preventiva en el deporte guatemalteco a la cual no se le presta la atención necesaria, padeciendo de desfibriladores externo automático (DEA) en diversos estadios del futbol federado de nuestro país, llegando así a lamentar perdidas humanas de deportistas guatemaltecos.